Rendimiento y autonomía, los puntos fuertes
Donde el MSI Modern 14 brilla es en rendimiento. El potente procesador Ryzen 7 4700U maneja con soltura tareas exigentes como edición fotográfica o vídeo 1080p.
No siendo un portátil gaming, permite jugar a títulos ligeros como CS:GO, League of Legends u Overwatch. Los más exigentes requerirán bajar la resolución y ajustes.
La batería es otro punto fuerte, superando las 10 horas en uso moderado. El sistema de refrigeración mantiene el equipo fresco y silencioso incluso bajo carga.
La pantalla, principal debilidad
El mayor problema del MSI Modern 14 está en la pantalla de baja calidad, con solo un 56% de cobertura sRGB. Los colores son muy pobres para cualquier trabajo creativo.
Aunque el brillo alcanza un correcto 352 nits, la fidelidad cromática es claramente insuficiente en esta gama de precio, por encima de $900.
Otros detalles a mejorar
Otros aspectos mejorables son la ausencia de ranura para SSD adicional, el chip Wi-Fi 5 en lugar del más moderno Wi-Fi 6, y la limitada configuración de modos de rendimiento en el software Dragon Center de MSI.
Una opción interesante, pero superable
En conclusión, el MSI Modern 14 es un portátil competente con una relación calidad-precio decente gracias a su construcción, potencia y autonomía. Pero quedan detalles por pulir, especialmente la pantalla, que impiden recomendarlo como la mejor opción absoluta en este segmento.
Sigue siendo una alternativa válida entre los portátiles con Ryzen 4000, aunque marcas como Lenovo, ASUS o Acer cuentan con propuestas ligeramente superiores. Con algunas mejoras, MSI podría tener uno de los mejores modelos en la gama media-alta.